Pueblos Orientales a sus representantes nombrados para la A.G.: se arreglará el Diputado a ellas para las demás resoluciones q´ concurran, exceptuando los de la primera parte del artículo diez y seis, en cuyo lugar convendrá q´ solo se prohíba el exceso o recarga del derecho de extracción. La primera gran acción militar de la Liga tuvo lugar el 8 de noviembre de 1620 en las cercanías de Praga, en la que se llamó la batalla de la Montaña Blanca. La Paz de Praga, el 30 de mayo de 1635, fue un tratado entre el Emperador del Sacro Imperio Romano, Fernando II, y la mayoría de los Estados protestantes del Imperio por el cual se restituían, entre otros, los términos de la Paz de Augsburgo. Confirmó su apoyo firmando el Tratado de Joinville el 31 de diciembre de 1584, en el que quedaba designado como sucesor al trono el Cardenal de Borbón, tío del rey de Navarra y segundo en la línea de sucesión, pero católico. Enrique III tuvo que ceder ante las exigencias de la Liga, que había adquirido gran fuerza tras la firma del Tratado de Nemours. Ante el inminente estallido de la guerra de los Treinta Años, el emperador, en busca de ayuda, trató de restaurar la Liga.
En 1990 se disputa la última temporada «anual», ya que el campeonato siguiente se instauran las temporadas de dos años, las cuales comienzan en primavera de un año y finalizan en el otoño del siguiente. El canterano verdiblanco, de apenas 18 años, marcó por segundo partido consecutivo y sigue ganando activos para que Pellegrini lo mantenga en el once inicial. Después del fin de la guerra en Bohemia, el ejército de la Liga luchó en el centro de Alemania, pero fue derrotado en la batalla de Mingolsheim el 27 de abril de 1622. Debido a esto se unieron a las tropas españolas y vencieron en Wimpfen el 6 de mayo, capturando posteriormente la ciudad de Heidelberg después de once semanas de asedio. Sin embargo, los daneses fueron completamente derrotados por las tropas imperiales y de la Liga en la batalla de Lutter. La batalla marcó el fin del período bohemio de la guerra de los Treinta Años al entrar las tropas imperiales en la capital de Bohemia y someter a los protestantes.
Este edicto de tolerancia logró una paz relativa durante seis años. Tras siete años de tranquilidad, la crisis resurgió en 1584 tras la muerte del duque de Anjou, hermano del Rey, y la aceptación por este último de que su sucesor fuera su pariente más cercano por línea masculina -de acuerdo con la Ley sálica que regía la sucesión al trono de Francia-, el rey de Navarra Enrique III, un príncipe protestante (que accederá al trono como Enrique IV de Francia). El Palatinado renano fue entregado a nobles católicos, mientras que el título de Elector Palatino se le dio a su primo lejano, el duque Maximiliano I. Federico V, aunque ya sin territorios, se convirtió en un exiliado prominente en el extranjero, granjeándose simpatías y apoyo a su causa en las Provincias Unidas, Dinamarca y Suecia. La campaña del Duque de Feria, 1631-1633. Tomo I. Editorial CSIC – CSIC Press. Después de haber aplastado la rebelión de Bohemia, Fernando quiso vengarse del Elector Palatino que había accedido a ser rey de los rebeldes. Previamente, Fernando II había destituido a Albrecht von Wallenstein en 1630, por lo que únicamente dependía de la Liga Católica.
En 1964, el señor Federico Fortín Aguilar lideró un grupo de entusiastas amantes del fútbol a fundar la Liga Nacional de Fútbol No Aficionado de Primera División. Esta derrota provocó la práctica disolución de la Liga de la Unión Evangélica y la confiscación de las posesiones de Federico V, cabeza de la Unión Protestante después de suceder a su padre. Se implantó la libertad de conciencia y se concedió la libertad de culto a los protestantes en los arrabales de las ciudades y en las localidades donde ellos gobernaban. Se trató de un golpe serio a las ambiciones protestantes en la región. Fue una rebelión contra los edictos reales: Jacques d’Humiéres, gobernador de Picardía, se negó a ceder la ciudad de Péronne a los protestantes y solicitó, para ello, la ayuda de los príncipes y prelados del reino, a fin de restablecer la religión católica y «la obediencia de Su Majestad». Para crear una unión de Estados católicos, como contrapartida de esta Unión protestante, Maximiliano I de Baviera inició negociaciones con otros príncipes católicos. Una vez unidos los dos ejércitos, se desplazaron hacia el norte, dentro de Bohemia. La «Reina de la Hansa», Lübeck, donde los mercaderes embarcaban bienes hacia el mar del Norte y el Báltico, ganó el estatus de «ciudad imperial libre» en 1227, siendo la primera al este del río Elba en gozar de tal privilegio.
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